Diálogo

Diálogos, esas conversaciones en las que las personas participantes encontrándose con el “Otro”, se encuentran a sí mismas. Con la práctica del Diálogo vamos construyendo ese espacio que nos permite ver al “Otro” en su propia subjetividad, no desde la nuestra.

Escuela

Hablamos de Escuela porque en Masablar aprendemos nuevas habilidades como la escucha al “Otro” y a nosotras/os mismas/os; aprendemos sobre los temas que se tratan en las sesiones, aprendemos a convivir con tranquilidad escuchando opiniones distintas a las nuestras… Pero sobre todo primamos el desarrollo de la capacidad de reflexión y el aprendizaje sobre la propia subjetividad que conlleva.

Compartiendo un espacio y un tiempo de presencia hablante con el “Otro”, Masablar se convierte en un lugar para el aprendizaje; aprendizaje del Diálogo y aprendizaje desde el Diálogo.

¿Por qué y para qué?

Proponemos Diálogo porque miramos a nuestro entorno y vemos situaciones conflictivas (violencia, agresión, adicciones, intolerancia, xenofobia, narcisismo…) derivadas de modalidades de comportamiento intrusivas e impulsivas. Proponemos Diálogo porque vemos la cada vez más frecuente incapacidad para la abstracción y para la reflexión, con posiciones predominantemente egocéntricas que generan dificultad para el reconocimiento del “Otro” o del diferente.

Masablar difunde su modadlidad de Diálogo para ayudar a mitigar lo anterior y fomentar ciudadanas y ciudadanos con espíritu crítico capaces de coexistir pacíficamente con el diferente.

¿Por qué y para qué?

Proponemos Diálogo porque miramos a nuestro entorno y vemos situaciones conflictivas (violencia, agresión, adicciones, intolerancia, xenofobia, narcisismo…) derivadas de modalidades de comportamiento intrusivas e impulsivas. Proponemos Diálogo porque vemos la cada vez más frecuente incapacidad para la abstracción y para la reflexión, con posiciones predominantemente egocéntricas que generan dificultad para el reconocimiento del “Otro” o del diferente.

Masablar difunde su modadlidad de Diálogo para ayudar a mitigar lo anterior y fomentar ciudadanas y ciudadanos con espíritu crítico capaces de coexistir pacíficamente con el diferente.

Promotora

La idea inicial de Masablar parte de Susana. Después de varios años de estudio, investigación, búsqueda y práctica se decide a materializar lo que hoy es la Escuela de Diálogo.

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Tomé la decisión de estudiar ingeniería (“soy” ingeniera agrónoma) el día antes de que cerraran la matrícula. Muy vocacional no parecía el tema… pero pensé que sería la menos mala de las formas para sobrevivir en mi entorno. Ya en el colegio había aprobado todo por los pelos, pero mi comienzo en la universidad fue una auténtica catástrofe. Luego, de repente, mejoré y terminé saliendo de aquello. Nunca entendí cómo.

La salud física dejó de acompañarme y mi primer trabajo acabó en una cama y solo saliendo para ir al médico. Después vinieron varios años de inactividad laboral y muchos más médicos. Aprendí un montón. Con ilusión encaré el retorno al trabajo. Cada vez lo hacía mejor pero cada vez me gustaba menos. Aprendí otro montón, pero ¡qué mal lo pasaba!

Entonces decidí empezar con el intrusismo, y poco a poco fui formándome en materias poco ingenieriles y muy psicotal o sociocual… Y ahí me pilló de nuevo una baja laboral, esta vez definitiva. Fue así como comencé oficialmente mi migración a las Ciencias Sociales. Primero con la Mediación, luego me desvié a todo lo que estudiaba mi entorno en los fines de semana (Gestalt, Eneagrama, Constelaciones Familiares, Coaching…). De todo ello aprendí, de lo bueno y de lo malo.

Fracasé en dos asociaciones de temas relacionados con la Mediación y salí corriendo de más de una formación… Para entonces ya tenía un interés especial por los grupos más marginados, y tras hacer un intento –que también fracasó– con personas privadas de libertad (o sea, en la cárcel) me enfoqué en las personas migrantes. A la vez me daba cuenta de que todo lo que me interesaba tenía que ver con personas que hablan con personas; así empezó mi especialización en el Diálogo. Fue de gran ayuda el haber formado parte durante muchos años de varios grupos en los que la herramienta central era la conversación.

Desde siempre había sentido gran atracción por la dimensión espiritual del ser humano. Y ahí llegó el mayor de los aprendizajes. Constaté mi definitiva incapacidad para integrarme en según qué ambientes. Lo pasé mal y me di cuenta –de nuevo– de que todo lo aprendía en los fracasos, así que tomé la decisión de llamarlos “lecciones”.

Y aquí estoy ¡con todas mis lecciones pasadas aprendidas y esperando las nuevas! Pero ahora ya confío en que sean paseos agradables; la época de atravesar campos minados ya terminó. Sigo con el Diálogo, sigo con las personas migrantes, sigo valorando la espiritualidad, sigo estudiando… pero ya no soy una intrusa. En realidad, nunca lo fui; era sólo que no me lo creía.

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Silencio

La escucha –imprescindible para dialogar– requiere de una cierta dosis de Silencio no necesariamente exterior, sino un espacio interior libre de interferencias que permita perspectiva para poder ver y oír al “Otro” tal cual se manifieste. Más que de una ausencia de palabra estamos hablando de un corazón calmado y una mente abierta a lo desconocido. El “Otro” siempre es una persona desconocida. Las creencias estorban atándonos a lo conocido y necesitamos Silencio para poder desactivarlas. El Silencio así entendido representa un vínculo entre lo individual y lo colectivo que facilita vivir solidariamente en compañía.

El Silencio que proponemos desde Masablar es una práctica, un medio para llegar a ese misterio que somos y nos iguala con los demás seres humanos. Porque aprendiendo a dialogar también aprendemos a silenciarnos. Palabra y Silencio se retroalimentan.

Diálogos Grupales

Espacios conversacionales con una metodología aparentemente sencilla que genera conversaciones ricas, interesantes, reveladoras, nutritivas, didácticas…

Diálogos a Dos

Una herramienta para incrementar  la toma de conciencia y facilitar el abordaje de decisiones de tipo personal, familiar, laboral, social, terapéutico…

Diálogos en Organizaciones

En esta propuesta el sujeto es el grupo, y buscamos que éste alcance un resultado colectivo concreto, abordando los planos individual y colectivo.